Pina Bausch: “Hay que dejar que cada cual se exprese según sus motivaciones internas”




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Concepto de Esperpento en“Divinas Palabras” de Ramón María
del Valle-Inclán
Por Miguel Ángel Aguilar Huerta
Esperpento es una persona fea o ridícula, una cosa mal hecha, sinónimo de Mamarracho, pero quizá lo más importante es que también es un género teatral creado por Ramón María de Valle-Inclán en donde se deforma sistemáticamente la realidad, subrayando sus rasgos grotescos y absurdos, según el Diccionario de uso del español de María Moliner. Sin embargo, para hablar de una estética del esperpento, recurriremos a Norman Marín Calderón que en su artículo: “Lo esperpéntico en Divinas palabras de Valle-Inclán: teoría y práctica” , ahí nos subrraya que: a la par de lo grotesco y la estética del esperpento, la cual fue creada por Ramón del Valle-Inclán para describir los aspectos más grotescos, deformes y monstruosos de la realidad. De igual manera, el esperpento constituye una manera de juzgar el mundo y desenmascarar la vida misma. Este análisis esperpéntico se realiza tomando en cuenta la obra dramática valleinclanesca Divinas palabras (1920). / Del filologo: Norman Marín Calderón, publicado en Presentación del artículo citado/ © ESCENA. Revista de las artes, 2017 / ESCENA. Revista de las artes, vol. 76, núm. 1, 2016 / Universidad de Costa Rica. (1)
Panorama de España

Fotografiado por Audouard hacia 1911
Durante los primeros años del siglo XX, las atmosferas de preocupación y de euforia en España (y en Europa) dominaba todas las clases sociales, en contrapartida con el pesimismo de los escritores de la llamada generación del 98. Gerard G. Brown en Historia de la literatura Española dice: “… La característica sintomática de la literatura española de los primeros años del siglo de oro era lo que los mismos escritores dieron en llamar : “enfermedad espiritual”, “angustia vital”, “angustia metafísica” y “enfermedad del ideal”. Esto no era más que la búsqueda de ese “algo” en que fincar la fe, la esperanza e incluso la caridad. Se tenía una preocupación constante por la muerte, por la fugacidad de las cosas en el transcurso del tiempo. Esta antigua preocupación humana adquiere nueva actualidad cuando se acompaña de la perspectiva existencial de que para cada individuo la muerte significa el fin de todo el universo…” (2)
Las dos actitudes; la frivolidad y el pesimismo, son dos síntomas del mismo malestar. Y es que ante cualquier crisis económica, política, social, los pueblos reaccionan como un moribundo que busca un soplo de oxígeno, deahí la necesidad de beber, comprar y experimentar nuevas sensaciones, sea primordial y esté por encima de lo racional, analítico o traumático de una obra compleja.
Por otro lado, no es que los escritores de la generación del 98 fueran unos pobres torturados, muchos escritores y artístas que veían la vida como algo cruel, sòrdido y carente de sentido, reaccionaban como Max Estrella de Valle- Inclán, con actitudes escandalosas, “bohémias”, a menudo acompañadas de una caída literalmente fatal en el alcohol, las drogas y excesos sexuales. A principios de siglo ser modernista significaba, desde el punto de vista de los honrados y puritanos burgueses no tener seriedad, vivir vestir, escribir o pintar de una manera extravagante, ser irresponsable.
Cuando el Modernismo adquirió respetabilidad no perdió el estigma de ver al Arte, como una frivolidad. Esto se ejemplifica con el surgimiento de los ismos, los cuales al principio para muchos dieron la impresión deque éste se había vuelto frívolo y banal.
Con el surgimiento de los ismos pocas cosas cambiaron, respecto a la forma de conceptuar la vida. Es pertinente señalar que los ismos surgen por la convicción que se tenía de que el tomarse la vida en serio era excesivamente descorazonador, pues no resultaba lógico elaborar una obra de arte percedera o tratar de hacer planes para una larga vida si al fin y al cabo su destino sería la destrucción causada por las guerras. De estos movimientos el más importante es el Surrealismo. De nuevo recurriendo a Gerard G. Brown (2): “las reservas a cerca del racionalismo como único criterio de autoridad, que expresaron Unamuno y Ortega, fueron en cierto sentido complementadas por el acentuado interés de muchos artistas por los hallazgos de sicoanalistas como Freud y Jung y por los estudios del pensamiento mitológico de antropólogos como Frazer y Malinowski. Para Brown: “El Surrealismo no llegó a captar a ningún escritor de primer orden en España aunque su influencia estimulante y liberadora tuvo efectos muy notorios en todos los géneros literarios cultivados en España. Durante este periodo se ve al Arte como un consuelo o evasión de la realidad, como algo capaz de proporcionar o crear algunas de las cosas de las que carece la realidad. Esto último sirve de contrapeso a la visión de la realidad fea y horrible, como la pintaban los románticos y como la veían los escritores de este periodo. Se revaloriza la vida y esto se debe al declive del prestigio del racionalismo cientificista que había conferido autoridad al realismo literario del siglo XIX; al mismo tiempo se una sensible pérdida de interés por el arte representativo. Este fenómeno exclusivamente europeo afectó a todas las artes y redujo su atracción a una pequeña y refinada minoría de público.
En la literatura española no sucede lo mismo, pues la pérdida de interés no se refleja en los lectores. Mientras que para los escritores los ingredientes de anécdota y descripción, cuando se relataban introspecciones o sentimientos que quedaban afuera de la experiencia común con la que los lectores pudieran identificarse, fue habitual; esto no sucedió con el público. Y esta actitud fue decisiva para el desarrollo del teatro español.
Valle-Inclán (3) fue un novelista, cuentista, poeta y autor dramático español, además de ensayista y periodista. Destacó en todos los géneros que cultivó y fue un modernista de primera hora que satirizó amargamente la sociedad española de su época. Estudió Derecho en Santiago de Compostela, pero interrumpió sus estudios para viajar a México, donde trabajó de periodista en El Correo Español y El Universal. A su regreso a Madrid llevó una vida literaria, adoptando una imagen que parece encarnar algunos de sus personajes. Actor de sí mismo, profesó un auténtico culto a la literatura, por la que sacrificó todo, llevando una vida bohemia de la que corrieron muchas anécdotas. Perdió un brazo durante una pelea. En 1916 visitó el frente francés de la I Guerra Mundial, y en 1922 volvió a viajar a México. Respecto a su nombre público y literario, Ramón del Valle-Inclán es el que aparece en la mayoría de las publicaciones de sus obras, así como en los nombramientos y ceses de los cargos administrativos institucionales que tuvo en su vida. El nombre «Ramón José Simón Valle Peña» solo aparece en los documentos de la partida de bautismo y del acta de matrimonio. Como Ramón del Valle de la Peña sólo firma en las primeras colaboraciones que realiza en su tiempo de estudiante universitario en Santiago de Compostela para Café con gotas. Semanario satírico ilustrado. Con el nombre de Ramón María del Valle-Inclán se le encuentra en algunas ediciones de ciertas obras su época modernista,nota 4 así como en un texto igualmente de su época modernista, que responde a una particular «autobiografía».nota 5 No solo él mismo toma a veces este nombre durante esta época literaria, sino que también Rubén Darío igualmente así le declama en la «Balada laudatoria que envía al Autor el Alto Poeta Rubén» (1912).nota 6 Por otra parte, tanto en la firma ológrafa que aparece en todos sus textos manuscritos, como en el membrete del papel timbrado que utiliza, solo indica Valle-Inclán, a secas.
Volviendpo A Norman Marín Calderón: “Valle-Inclán fue un decadentista modernista que criticó asiduamente la sociedad española de su época. Ciertamente sus obras despliegan todos los ardores de la estética literaria de su tiempo, sin embargo, su producción capital exhibe cierta mordacidad de la realidad española de entonces. Es decir, Valle-Inclán critica la sociedad umbría de su tiempo por medio de una literatura que permite denunciar su hipocresía primitiva y egoísta.” Las similitudes de la España de finales del siglo XIX y principio de siglo XX con la época contemporánea mundial y nacional, por aquello de la Pandemia del Covid-19, en donde la economía y las relaciones sociales se han trastocado y peor aún en este momento en que la humanidad está amenazada con desaparecer , vivimos otra etapa Esperpéntica en donde un virus y el ser humano se funden monstruosamente…
“…PEDROGAILO pone su ojo bizco sobre el enano, que con expresión lela mueve la enorme cabezota. Y la madre le espanta las moscas que acuden a posarse sobre la boca belfa donde el bozo negrea. Tirando del dornajo cruza la quintana y sale a las sombras de la carretera. La perra del farandul, levantada en dos patas, ensaya un paso de danza ante aquella figura triste y color de tierra. Lentamente el animal se dobla, y agacha la cola aullando con el aullido que reservan los canes para el aire de muerto. LUCERO silba, y la perra, otra vez en dos patas, va para su amo que ríe guiñando un ojo...”
De acuerdo con José Tomás Alvarado, Juan Luis Gubbins, Diego Morales (4) en su artículo : Analogía en las atribuciones divinas, cuando dicen: “…La analogía ha sido propuesta como un mecanismo semántico acerca de las condiciones de aplicación de expresiones lingüísticas, las cuales equilibran dos líneas de consideración que parecen tensionadas entre sí. Por una parte, debe resguardarse la trascendencia divina. En efecto, parece haber una distancia infinita entre Dios y cualquier criatura, pero nuestros lenguajes naturales —y los recursos expresivos que ofrecen— parecen diseñados para hablar de criaturas finitas. ...” Y es precisamente el uso de esa dualidad lingüística el que se pretende para señalar al Esperpento en Divinas Palabras como vehículo para tratar de “evadir” una realidad señalando sus putrefacciones, sus deformidades, y a su vez ese humor que nos invade cuando una situación adversa llega a un límite casi imposible de resolver…
Así elEsperpento en Valle-Inclán y concretamente en Divinas Palabras es: lo grotesco como forma de expresión o la degradación de los personaje, la reificación o cosificación de los personajes, reducidos a mero signo o a muñecos, la animalización o fusión de formas humanas y animales en la sociedad; también, la literaturización del lenguaje coloquial, frecuentemente investido de todo tipo de intertextualidades, el abuso del contraste, la surrealización (o interacción) del mundo real con la pesadilla, la distorsión de la escena exterior. Se deforma sistemáticamente la realidad y como ahora se burla y caricaturiza la realidad, el significado profundo, semi transparente, cargado de crítica e intención satírica que constituye la auténtica lección moral de lo esperpéntico donde la presencia de la muerte es un personaje fundamental, como ahora en este 2020.


Y es que en este género teatral, de uno de los modernistas más interesantes como lo es Ramón María de Valle-Inclán, está nutrido del expresionismo estetizante de sus primeras épocas hasta un expresionismo de su época de madurez que incluye la caricatura y la visión degradadora. Alguna vez dijo:”“España es una deformación grotesca de la civilización europea”. La realidad cruda, sin tapujos, tal cual: “… La acción gira alrededor de la familia de Pedro Gailo, un sacristán, casado con Mari Gaila, y que tienen juntos una hija, Simoniña. La hermana de Pedro Gailo muere, dejando a su engendro, Laureaniño el Idiota, un enano hidrocéfalo que es expuesto en las ferias por sus familiares para conseguir dinero. Se lo disputan a tal fin la hermana de la difunta, Marica, y los Gailos. Cuando la esposa del sacristán, Mari-Gaila, se va con su amante Séptimo Miau, un grupo de gente emborracha al enano hasta matarle, desencadenándose los acontecimientos dramáticos…” (3) ese es el Esperpento de la vida o la esperpéntica vida del ser humano, y eso aplica para 1919 y el 2020 del COVID_19.
Bibliografía:
- ESCENA. Revista de las artes, vol. 76, núm. 1, 2016 / Universidad de Costa Rica.
- Gerard G. Brown en Historia de la literatura Española, Ed. Ariel, España, 1982.
- Wikipedia / https://es.wikipedia.org/wiki/Divinas_palabras






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